Dirección: Ben Affleck.
Intérpretes: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston.
Sinopsis
Película ambientada en Irán, finales de 1979 y principios de 1980.
Tras la caída del régimen del último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, el pueblo ha tomado el poder, a cuya cabeza se encuentra el Ayatollah Jomeini. Comienza un periodo de ajustes de cuentas, venganzas, juicios rápidos y ahorcamientos contra todo lo que tuviese que ver con el régimen anterior. El Sha derrocado y víctima de un cáncer encuentra refugio en Estados unidos. Es entonces cuando Irán exige que sea devuelto para ser ajusticiado, por los crímenes llevados a cabo bajo su mandato. Los disturbios contra lo americano van creciendo y acaban con la toma de su embajada, reteniendo allí a una serie de ciudadanos americanos. Seis de ellos han conseguido huir de la embajada y se encuentran escondidos en la residencia del embajador de Canadá.
La CIA, junto con el gobierno canadiense, ha de urdir un plan para sacar a esos diplomáticos de Teherán. Un experto en estas misiones de rescate (personaje interpretado por Ben Affleck) prepara "Argo": una ficticia película de ciencia-ficción que servirá de tapadera para traer de vuelta a esos seis ciudadanos, como supuestos miembros de un equipo de rodaje canadiense desplazados a Irán localizando exteriores para la película. Para ello contarán con la ayuda de dos productores de Hollywood (personajes de John Goodman y Alan Arkin), que montarán la farsa y le darán la magnitud pública necesaria.
Tras la caída del régimen del último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, el pueblo ha tomado el poder, a cuya cabeza se encuentra el Ayatollah Jomeini. Comienza un periodo de ajustes de cuentas, venganzas, juicios rápidos y ahorcamientos contra todo lo que tuviese que ver con el régimen anterior. El Sha derrocado y víctima de un cáncer encuentra refugio en Estados unidos. Es entonces cuando Irán exige que sea devuelto para ser ajusticiado, por los crímenes llevados a cabo bajo su mandato. Los disturbios contra lo americano van creciendo y acaban con la toma de su embajada, reteniendo allí a una serie de ciudadanos americanos. Seis de ellos han conseguido huir de la embajada y se encuentran escondidos en la residencia del embajador de Canadá.
La CIA, junto con el gobierno canadiense, ha de urdir un plan para sacar a esos diplomáticos de Teherán. Un experto en estas misiones de rescate (personaje interpretado por Ben Affleck) prepara "Argo": una ficticia película de ciencia-ficción que servirá de tapadera para traer de vuelta a esos seis ciudadanos, como supuestos miembros de un equipo de rodaje canadiense desplazados a Irán localizando exteriores para la película. Para ello contarán con la ayuda de dos productores de Hollywood (personajes de John Goodman y Alan Arkin), que montarán la farsa y le darán la magnitud pública necesaria.
Crítica
En la lucha final por los Oscar (cual vellocino de oro) y en plena efervescencia de premios y galardones, desde Cine de La Ignorancia no podíamos dejar de subirnos a la nave de Jasón y los Argonautas, viajar con ellos y recopilarles aquí nuestras impresiones sobre la travesía en busca del vellón del carnero alado Crisomallo.
Según dice el propio protagonista de la cinta "Argo es una aventura fantástica de ciencia-ficción; una película del espacio en Oriente Medio". Dicho así, no se sabe cual de las historias es más irreal, ficticia e inimaginable; si la de la mitología griega o la de la misión puesta en marcha por la CIA para sacar a esos seis diplomáticos de Teherán a comienzos de 1980. Como bien dice el personaje de Alan Arkin, "no la quiere nadie, es una cagada", no se lo creerán. Pues bien, una vez más la realidad superó la ficción y lo que parece algo impensable e imposible de poner en marcha, finalmente obtiene los asombrosos resultados perseguidos. Increíble, pero real y cierto, como aquel 1980 en Teherán.
La mitología griega nos describía Argo como la nave en la que Jasón y sus compañeros argonautas viajaron en busca del vellocino de oro. En ocasión Argo es una misión de la CIA cuyo pilar es ficticia filmación de una película de ciencia ficción en Oriente Medio. Jasón es el personaje de Ben Affleck, que ha de viajar a Teherán a por su propio vellocino; traer de vuelta a los seis diplomáticos americanos escondidos en la residencia del embajador canadiense. Los argonautas en este caso son los ayudantes de Jasón en esta travesía; los dos productores de Hollywood que le ayudan a montar toda esta farsa. O los propios "cautivos" en busca de su libertad. Elijan ustedes mismos.
Ben Affleck dirige una nueva película, además de protagonizarla. Y podemos decir que consigue una película buena, notable. Narrada de forma inteligente y puesta en escena de forma completamente lineal, se consigue un interesante ritmo y cadencia. Affleck consigue mantener el suspense lo que hace que el espectador apenas pestañee durante todo el metraje. Apenas tiene momentos de pausa, los justos para que no te relajes en exceso y vuelvas enseguida a la tensión del episodio narrado. Te acerca a las preocupaciones y sufrimientos de cada uno de los personajes, muy bien expuestas por todas y cada una de las interpretaciones individuales; breves pero imprescindibles, y mostradas en su justa dimensión. Inciden y profundizan en la tensión personal y colectiva, lo que mantiene el ritmo de la cinta. Ya sean los seis diplomáticos, el personal de la CIA, los políticos, los productores, etcétera.
Se convierte en un thriller político nada convencional y fuera de lo común si bien nuestra memoria, que es limitada y tal vez malévola, nos trae gratos recuerdos y le encontramos similitudes con otras cintas anteriores, de estética y/o temática similar. Para nada es algo negativo, o al menos para nosotros. Más bien han sido agradables recuerdos a películas que dejaron en nosotros buenas sensaciones. Nos referimos a títulos como War The Dog (Cortina de Humo), Tinker Tailor Soldier Spy (El Topo) o L'Affaire Farewell (El Caso Farewell). Con las dos últimas guarda muchas similitudes tanto en temática como técnicamente; thrillers políticos, espionaje, fotografía, ambientación, buen guión, profundidad de personajes, arco narrativo, etcétera. A la primera, sin duda, porque en ambos casos se está construyendo una mentira cinematográfica, si bien con fines muy distintos, claro está.
A todo lo bueno, hay que unirle que, a pesar de la tensión y del suspense sostenido, sus "gotitas" de humor van cayendo, lo que nos ha cautivado sobremanera. Siempre desde la naturalidad y la simplicidad, sin necesidad de adornos, ciñéndose estrictamente al guión y a la profundidad de historia, lo que permite que el espectador no se despegue ni se pierda nunca. Nos mantiene siempre ahí.
Todo este regalo para nuestro escaso criterio no se hubiese conseguido sin lo excepcional de todos y cada uno de los papeles individuales, breves pero intensos y ricos. Todos ellos necesarios para mantener el ritmo, como ya hemos dicho. Sin embargo, de justicia es nombrar aquí a Alan Arkin, nos parece que esta magnífico; como casi siempre. Excepcional.
Nos ha gustado. No nos ha defraudado. Motivos hay para tantos premios. Méritos tiene para tanta buena crítica.
La diosa Hera, a quien parece agradecer con una mirada al cielo y un medio suspiro el personaje de Ben Affleck en el mostrador de facturación del aeropuerto de Teherán al confirmarse la reserva de sus billetes, protege y bendice a esta nave. Argo y los suyos han vuelto a Yolcos con su vellocino y reclamando su trono.
Argoderse!!
Según dice el propio protagonista de la cinta "Argo es una aventura fantástica de ciencia-ficción; una película del espacio en Oriente Medio". Dicho así, no se sabe cual de las historias es más irreal, ficticia e inimaginable; si la de la mitología griega o la de la misión puesta en marcha por la CIA para sacar a esos seis diplomáticos de Teherán a comienzos de 1980. Como bien dice el personaje de Alan Arkin, "no la quiere nadie, es una cagada", no se lo creerán. Pues bien, una vez más la realidad superó la ficción y lo que parece algo impensable e imposible de poner en marcha, finalmente obtiene los asombrosos resultados perseguidos. Increíble, pero real y cierto, como aquel 1980 en Teherán.
La mitología griega nos describía Argo como la nave en la que Jasón y sus compañeros argonautas viajaron en busca del vellocino de oro. En ocasión Argo es una misión de la CIA cuyo pilar es ficticia filmación de una película de ciencia ficción en Oriente Medio. Jasón es el personaje de Ben Affleck, que ha de viajar a Teherán a por su propio vellocino; traer de vuelta a los seis diplomáticos americanos escondidos en la residencia del embajador canadiense. Los argonautas en este caso son los ayudantes de Jasón en esta travesía; los dos productores de Hollywood que le ayudan a montar toda esta farsa. O los propios "cautivos" en busca de su libertad. Elijan ustedes mismos.
Ben Affleck dirige una nueva película, además de protagonizarla. Y podemos decir que consigue una película buena, notable. Narrada de forma inteligente y puesta en escena de forma completamente lineal, se consigue un interesante ritmo y cadencia. Affleck consigue mantener el suspense lo que hace que el espectador apenas pestañee durante todo el metraje. Apenas tiene momentos de pausa, los justos para que no te relajes en exceso y vuelvas enseguida a la tensión del episodio narrado. Te acerca a las preocupaciones y sufrimientos de cada uno de los personajes, muy bien expuestas por todas y cada una de las interpretaciones individuales; breves pero imprescindibles, y mostradas en su justa dimensión. Inciden y profundizan en la tensión personal y colectiva, lo que mantiene el ritmo de la cinta. Ya sean los seis diplomáticos, el personal de la CIA, los políticos, los productores, etcétera.
Se convierte en un thriller político nada convencional y fuera de lo común si bien nuestra memoria, que es limitada y tal vez malévola, nos trae gratos recuerdos y le encontramos similitudes con otras cintas anteriores, de estética y/o temática similar. Para nada es algo negativo, o al menos para nosotros. Más bien han sido agradables recuerdos a películas que dejaron en nosotros buenas sensaciones. Nos referimos a títulos como War The Dog (Cortina de Humo), Tinker Tailor Soldier Spy (El Topo) o L'Affaire Farewell (El Caso Farewell). Con las dos últimas guarda muchas similitudes tanto en temática como técnicamente; thrillers políticos, espionaje, fotografía, ambientación, buen guión, profundidad de personajes, arco narrativo, etcétera. A la primera, sin duda, porque en ambos casos se está construyendo una mentira cinematográfica, si bien con fines muy distintos, claro está.
A todo lo bueno, hay que unirle que, a pesar de la tensión y del suspense sostenido, sus "gotitas" de humor van cayendo, lo que nos ha cautivado sobremanera. Siempre desde la naturalidad y la simplicidad, sin necesidad de adornos, ciñéndose estrictamente al guión y a la profundidad de historia, lo que permite que el espectador no se despegue ni se pierda nunca. Nos mantiene siempre ahí.
Todo este regalo para nuestro escaso criterio no se hubiese conseguido sin lo excepcional de todos y cada uno de los papeles individuales, breves pero intensos y ricos. Todos ellos necesarios para mantener el ritmo, como ya hemos dicho. Sin embargo, de justicia es nombrar aquí a Alan Arkin, nos parece que esta magnífico; como casi siempre. Excepcional.
Nos ha gustado. No nos ha defraudado. Motivos hay para tantos premios. Méritos tiene para tanta buena crítica.
La diosa Hera, a quien parece agradecer con una mirada al cielo y un medio suspiro el personaje de Ben Affleck en el mostrador de facturación del aeropuerto de Teherán al confirmarse la reserva de sus billetes, protege y bendice a esta nave. Argo y los suyos han vuelto a Yolcos con su vellocino y reclamando su trono.
Argoderse!!
Nota general: 7,5 sobre 10.
Trailer