miércoles, 30 de enero de 2013

Argo

Año: 2012.

Dirección: Ben Affleck.

Intérpretes: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston.

Sinopsis
Película ambientada en Irán, finales de 1979 y principios de 1980.

Tras la caída del régimen del último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi, el pueblo ha tomado el poder, a cuya cabeza se encuentra el Ayatollah Jomeini. Comienza un periodo de ajustes de cuentas, venganzas, juicios rápidos y ahorcamientos contra todo lo que tuviese que ver con el régimen anterior. El Sha derrocado y víctima de un cáncer encuentra refugio en Estados unidos. Es entonces cuando Irán exige que sea devuelto para ser ajusticiado, por los crímenes llevados a cabo bajo su mandato. Los disturbios contra lo americano van creciendo y acaban con la toma de su embajada, reteniendo allí a una serie de ciudadanos americanos. Seis de ellos han conseguido huir de la embajada y se encuentran escondidos en la residencia del embajador de Canadá.

La CIA, junto con el gobierno canadiense, ha de urdir un plan para sacar a esos diplomáticos de Teherán. Un experto en estas misiones de rescate (personaje interpretado por Ben Affleck) prepara "Argo": una ficticia película de ciencia-ficción  que servirá de tapadera para traer de vuelta a esos seis ciudadanos, como supuestos miembros de un equipo de rodaje canadiense desplazados a Irán localizando exteriores para la película. Para ello contarán con la ayuda de dos productores de Hollywood (personajes de John Goodman y Alan Arkin), que montarán la farsa y le darán la magnitud pública necesaria.

Crítica
En la lucha final por los Oscar (cual vellocino de oro) y en plena efervescencia de premios y galardones, desde Cine de La Ignorancia no podíamos dejar de subirnos a la nave de Jasón y los Argonautas, viajar con ellos y recopilarles aquí nuestras impresiones sobre la travesía en busca del vellón del carnero alado Crisomallo.

Según dice el propio protagonista de la cinta "Argo es una aventura fantástica de ciencia-ficción; una película del espacio en Oriente Medio". Dicho así, no se sabe cual de las historias es más irreal, ficticia e inimaginable; si la de la mitología griega o la de la misión puesta en marcha por la CIA para sacar a esos seis diplomáticos de Teherán a comienzos de 1980. Como bien dice el personaje de Alan Arkin, "no la quiere nadie, es una cagada", no se lo creerán. Pues bien, una vez más la realidad superó la ficción y lo que parece algo impensable e imposible de poner en marcha, finalmente obtiene los asombrosos resultados perseguidos. Increíble, pero real y cierto, como aquel 1980 en Teherán.

La mitología griega nos describía Argo como la nave en la que Jasón y sus compañeros argonautas viajaron en busca del vellocino de oro. En ocasión Argo es una misión de la CIA cuyo pilar es ficticia filmación de una película de ciencia ficción en Oriente Medio. Jasón es el personaje de Ben Affleck, que ha de viajar a Teherán a por su propio vellocino; traer de vuelta a los seis diplomáticos americanos escondidos en la residencia del embajador canadiense. Los argonautas en este caso son los ayudantes de Jasón en esta travesía; los dos productores de Hollywood que le ayudan a montar toda esta farsa. O los propios "cautivos" en busca de su libertad. Elijan ustedes mismos.

Ben Affleck dirige una nueva película, además de protagonizarla. Y podemos decir que consigue una película buena, notable. Narrada de forma inteligente y puesta en escena de forma completamente lineal, se consigue un interesante ritmo y cadencia. Affleck consigue mantener el suspense lo que hace que el espectador apenas pestañee durante todo el metraje. Apenas tiene momentos de pausa, los justos para que no te relajes en exceso y vuelvas enseguida a la tensión del episodio narrado. Te acerca a las preocupaciones y sufrimientos de cada uno de los personajes, muy bien expuestas por todas y cada una de las interpretaciones individuales; breves pero imprescindibles, y mostradas en su justa dimensión. Inciden y profundizan en la tensión personal y colectiva, lo que mantiene el ritmo de la cinta. Ya sean los seis diplomáticos, el personal de la CIA, los políticos, los productores, etcétera.

Se convierte en un thriller político nada convencional y fuera de lo común si bien nuestra memoria, que es limitada y tal vez malévola, nos trae gratos recuerdos y le encontramos similitudes con otras cintas anteriores, de estética y/o temática similar. Para nada es algo negativo, o al menos para nosotros. Más bien han sido agradables recuerdos a películas que dejaron en nosotros buenas sensaciones. Nos referimos a títulos como War The Dog (Cortina de Humo), Tinker Tailor Soldier Spy (El Topo) o L'Affaire Farewell (El Caso Farewell). Con las dos últimas guarda muchas similitudes tanto en temática como técnicamente; thrillers políticos, espionaje, fotografía, ambientación, buen guión, profundidad de personajes, arco narrativo, etcétera. A la primera, sin duda, porque en ambos casos se está construyendo una mentira cinematográfica, si bien con fines muy distintos, claro está.

A todo lo bueno, hay que unirle que, a pesar de la tensión y del suspense sostenido, sus "gotitas" de humor van cayendo, lo que nos ha cautivado sobremanera.  Siempre desde la naturalidad y la simplicidad, sin necesidad de adornos, ciñéndose estrictamente al guión y a la profundidad de historia, lo que permite que el espectador no se despegue ni se pierda nunca. Nos mantiene siempre ahí.

Todo este regalo para nuestro escaso criterio no se hubiese conseguido sin lo excepcional de todos y cada uno de los papeles individuales, breves pero intensos y ricos. Todos ellos necesarios para mantener el ritmo, como ya hemos dicho. Sin embargo, de justicia es nombrar aquí a Alan Arkin, nos parece que esta magnífico; como casi siempre. Excepcional.

Nos ha gustado. No nos ha defraudado. Motivos hay para tantos premios. Méritos tiene para tanta buena crítica.

La diosa Hera, a quien parece agradecer con una mirada al cielo y un medio suspiro el personaje de Ben Affleck en el mostrador de facturación del aeropuerto de Teherán al confirmarse la reserva de sus billetes, protege y bendice a esta nave. Argo y los suyos han vuelto a Yolcos con su vellocino y reclamando su trono.

Argoderse!!

Nota general: 7,5 sobre 10.

Trailer

martes, 29 de enero de 2013

Silver Linings Playbook (El Lado Bueno de las Cosas)

Año: 2012.

Dirección: David O. Russell.

Intérpretes: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker.

Sinopsis
Película basada en la novela de Matthew Quick.

Patrick (personaje interpretado por Bradley Cooper) sale del psiquiátrico de Baltimore en el que lleva recluido más de ocho meses, para volver al domicilio de sus padres (interpretados por Robert De Niro y Jacki Weaver).

Pat tiene la firme convicción de que podrá reconciliarse con su mujer, después de que ésta le fuese infiel y él agrediese a su amante, causándole graves lesiones. Desde entonces una sentencia judicial impide que Pat se acerque a ella.

Tratando de mostrarse positivo y controlarse, Pat conoce a Tiffany (personaje al que da vida Jennifer Lawrence), una joven y hermosa chica que está tratando de superar la muerte de su marido, no sin problemas. Tras unos comienzos no muy prometedores, Pat y Tiffany asumirán un particular reto conjunto que les unirá, a la vez que Pat redefine la relación con sus padres.

Crítica
El lado bueno de las cosas. Con este optimista título se presenta ante nosotros la que esperábamos fuese una curiosa y nada convencional comedia. Permítannos antes calificar al título no sólo como optimista, también como realista. Sí, así lo pensamos y de eso estamos convencidos, porque siempre existe un lado bueno de las cosas, eso no lo duden. La vida nos lo demuestra uno y otro día; en caso contrario, no merecería la pena seguir viviendo...y sí que lo merece (perdón por este alegato vital, pero mucho tiene que ver con la película). El problema normalmente radica en que no sabemos encontrar ese lado, pero haberlo, lo hay.

La comedia de David O. Russell (director de The Fighter) se cuela en nuestra cartelera avalada por un sinfín de nominaciones y algún que otro premio. Se muestra portando una carta de presentación firmada nada menos que por su póker de actores principales: el guapo y reconvertido a actor serio Bradley Cooper; la hermosa y enigmática Jennifer Lawrence; el nombre, los galones y la presencia de Robert De Niro; y la profundidad de mirada, la consistencia y el notable buen hacer como madre sufridora de Jacki Weaver. Todo ello es reclamo suficiente para que el público llene las salas y para que este pequeño espacio de opinión se acerque de nuevo al cine.

Admirables y admirados lectores, no se engañen. La cinta no deja de ser una comedia romántica, traten de vendérnosla como quieran hacerlo. Eso no quiere decir nada a favor ni en contra, simplemente se lo queremos dejar bien claro desde el principio. Una comedia romántica bien estructurada, con un buen guión, lo que le da firmeza y consistencia.

No le podemos quitar mérito e incluso mencionar su frescura en el tramo inicial, pero se desvanece ligeramente al alcanzar una final previsible y bastante "pastelote". Esperado y deseado a partes iguales, sí, porque todo espectador desea que acabe así, pero tal vez eso la convierta en mundana.

Pasadas las horas y rememorándola ya con algo de distancia, no deja de ser una historia en la que, de nuevo, el protagonista, un personaje perdedor y perdido, crece, gana y triunfa. Una historia de segundas oportunidades, como tantas otras veces. Eso nos huele a chamusquina, a ese plato ya comido mil veces antes, aunque en distinta vajilla. La buena loza del buen rollo y de la originalidad de los olores y sabores presentados. Un baño equilibrado de ingenio.

En su lento transcurrir, la cinta nos va mostrando otras cosas e incluso nos aproxima a un debate sobre la importancia, la relevancia, las decisiones y la vida. Presentado todo ello desde la normalidad, desde lo cotidiano de una familia norteamericana de clase media. Como mencionábamos, es sobre todo en la primera hora y veinte, donde no podemos negar cierto ingenio y frescura, muy bien sazonado con los minutos de Jacki Weaver y Robert De Niro. Pero a partir de ahí, va apareciendo en nuestra mente la neblina de la previsibilidad y de que concluiremos con un desenlace meloso, tal y como finalmente se manifiesta. Es ahí donde es decepcionante y gracias a lo cual no quedara para nuestro recuerdo; no se fijará en la zona VIP de nuestra memoria. Esa línea de meta la convierte en algo convencional, típico y tópico.

Lo mejor o la pequeña muesca que ha dejado en nuestro sentir, es ese reducto de optimismo que emana; el de la continua lucha contra la angustia, la ansiedad, el pánico, el temor a perder, a no estar a la altura, a no encontrar el camino, ni el sitio. Sin razón y sin vivir en el que se encuentran los personajes protagonistas. Esa ecuación en la que se tratan de despejar las múltiples incógnitas, buscando resolver todas estas cuestiones en las que en algún momento de la vida todos nos debemos enfrentar, más allá de que estén  motivadas por una desgracia personal o por cualquiera que pudiese ser el trastorno, ya lo fuese transitorio o permanente. Lo relevante es, insistimos, que todo ello está vestido de cotidiano, normal y natural, lo que la hace próxima. Tan cercana, que podríamos estar dentro, sintiendo y padeciendo; a veces lo consigue, consigue alojarnos en su interior.

El elenco de actores está de notable en su conjunto, de ahí sus nominaciones a las cuatro estatuillas doradas (un poco infladas en algún caso). De Niro vuelve con un papel digno muchos años después; tiempo en el que ha naufragado en algunos productos difíciles de comprender. Jacki Weaver nos vuelve a gustar mucho (como ya lo hiciese en Animal Kingdom) en su papel de madre sufridora y protectora de la familia; como ese pilar que lo sustenta todo y sin el cual la familia podría desmoronarse. Y la pareja de protagonistas nos han dejado buenas sensaciones, pese a algunas reticencias iniciales que teníamos al respecto. La señorita Lawrence es una potente mezcla de enigma, misterio, hermosura y deseo; mezcolanza que todavía no tenemos muy claro como catalogar, pero que sin duda funciona en la pantalla, cuajando una soberana actuación (así reconocida en algún reciente premio). Bradley Cooper cumple un papel "goloso" que no llega a bordar. Tenía cartel de "papel apetecible" que podría haberse traducido en una interpretación soberbia y no es así del todo. Tampoco es que podamos decir que lo hace mal, desde luego que no; está en una notable línea. Y por cierto, Chris Tucker le da su personal puntito y su toque de humor; bien hecho.

Estamos ante una de esas películas que atraen a los espectadores y que acaparan siempre muchos premios y nominaciones porque, digámoslo así, es "de esas que gustan" al público en general, y no está escasa de talento y buenas formas. No obstante, a nuestro modesto  juicio, está algo sobrevalorada, pero vale la pena.

Nota general: 5,0 sobre 10.

Trailer

viernes, 25 de enero de 2013

Django Unchained (Django Desencadenado)

Año: 2012.

Dirección: Quentin Tarantino.

Intérpretes: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Don Johnson y Jonah Hill.

Sinopsis
Película ambientada dos años antes de la Guerra Civil en Estados Unidos.

Un caza-recompensas de origen alemán, el doctor Schultz (personaje interpretado por Christoph Waltz), está tras la pista de tres hermanos que se encuentran en situación de busca y captura por la justicia. No obstante, el cazador de furtivos no conoce su aspecto, para lo cual compra al esclavo Django (personaje de Jamie Foxx), a quien le promete la libertad, si le ayuda a encontrarlos y matarlos, para poder cobrar la recompensa.

Conseguida la libertad, Django quiere encontrar a su esposa, la también esclava Broomhilda (personaje interpretado por Kerry Washington) quien fue vendida a un señor sureño, dueño de una gran plantación, monsieur Calvin Candie (personaje de Leonardo DiCaprio). El profesor Schultz decidirá ayudarle, para lo cual idea un plan que han de escenificar a la perfección.

Crítica
Django Unchained es el último episodio, hasta la fecha, del complejo y completo imaginario del señor Tarantino, tan idolatrado por algunos, tan odiado por otros; la indiferencia no es un terreno en el que se suela mover. Una vez más, el título de la cinta está compuesto únicamente por dos palabras, como en todas las anteriores: Reservoir Dogs, Pulp Fiction (ya han sido ambas sugerencias de la semana en CDI), Jackie Brown, Kill Bill 1, Kill Bill 2, Death Proof e Inglourious Basterds (con la que guarda similitudes en formas y fondo).

Es un producto Tarantino, sin duda. Totalmente reconocible, en el que podemos encontrar señas de identidad propias del director: gran carga de diálogo, ironía, tintes cómicos, personajes locuaces que llenan la pantalla y bien descritos, abundancia de sangre, dosis de violencia, muchos disparos, recreación en planos cortos a simple vista intrascendentes, gran presencia musical, su típico cameo... exageración tarantinesca en estado puro.

Un Western Exagerado Poco Convencional. En esta ocasión el director americano nos presenta un original Western, que empieza con todos los elementos clásicos del género. Dando comienzo con los típicos rótulos de crédito que tanto nos recuerdan a "las pelis del oeste" (como dice mi padre, y todos), con un tema musical perfecto y mostrando la aridez del terreno; todo según los cánones y todo tan propio de este tipo de cine. Hasta ahí lo convencional. Sin embargo, enseguida te das cuenta de que no es un western al uso; ni mucho menos. No podía ser así. Tarantino no podía haber construido una historia simple, fácil y que se ciñese al género estricto y puro. Al poco tiempo estás viendo un personaje alemán, la esclavitud encallada en el sur de EEUU e incomprendida por ese alemán que no la entiende, una esclava negra que habla alemán, un blanco y un negro que hacen pareja de caza-recompensas.... y piensas, ¿qué coño de western es éste?. Te das cuenta que esto va tomando tintes distintos, no es algo típico, mascado y que nos suene a algo anterior. Más aún cuando del polvo, la arena y las espuelas, se pasa a las plantaciones sureñas, apareciendo en escena esos ricachones del sur que incrementan sus fortunas a costa de esclavizar a miles de negros. Son mansiones y haciendas al más puro estilo de las que se nos mostraron en otros clásicos del cine (por ejemplo en Gone With The Wind, sin ir más lejos, con la que tenemos otra similitud que después revelaremos), peleas de mandingos, etc. Y vuelves a pensar, ¿joder, pero esto no era un western? ¿Peleas de mandingos? Y como no podía ser de otra forma, es Exagerada. Tarantinesca (curioso adjetivo ya acuñado; eso dice mucho de la trascendencia del director) y desproporcionada en los tiroteos, en la sangre; como le gusta. Si en Malditos Bastardos ponía patas arriba "las pelis de nazis", en esta ocasión le da cuatro vueltas "a las del oeste", permitan que lo simplifiquemos así.

La cinta tiene ritmo, una buena banda sonora original y se rellena con aliños que se agradecen: la típica ironía del director y sus habituales aderezos cómicos. No obstante, en este caso, son excesivamente buscados y forzados, por lo que no cuajan tanto como en otras ocasiones.

En cuanto a las interpretaciones, destacamos por encima del resto a Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio y Samuel L. Jackson. Están extraordinarios y soberbios. El señor Waltz carga con gran parte de la riqueza y profundidad de los diálogos, y nos parece ver que Tarantino ha escrito este personaje única y exclusivamente para él. Seguro que después de su increíble interpretación en Malditos Bastardos (y por la que ganó una estatuilla dorada), Tarantino estaba ansioso por darle un nuevo papel, si no ¿quién metería a un alemán dentista caza-recompensas en un western? Leo DiCaprio no es santo de nuestra devoción (ustedes lo saben), pero en esta ocasión nos rendimos ante él. Encarna perfectamente a esos terratenientes explotadores, que amansan fortunas amparados en la esclavitud reinante del Sur, que juega y frivoliza con la propiedad y la vida de "sus esclavos". Está perfecto; nuestras felicitaciones también a la caracterización y a su vestuario, al igual que en el caso de Don Johnson como Big Daddy (¡qué gran acierto en la elección del nombre!). Y por último, Samuel L. Jackson como anciano, esclavo negro del personaje de Leo DiCaprio, que goza de su confianza y sus privilegios, alejándose de sus semejantes. Y aquí les pregunto, ¿este cascarrabias no les recuerda en algo a aquella criada de la señora O´Hara que se pasaba media cinta gritando "señorita Escarlata, señorita Escarlata", sobre todo en el tramo inicial de su aparición? Bueno, fue un flash que nos vino a la mente en sus primeras escenas.

Pero no todo el monte es orégano. El film adolece de elementos sorprendentes e inesperados, por lo que le falta una dosis más de chispa, convirtiéndola en algo previsible. Lo cómico no lo es tanto, en esta ocasión. También se pasa de minutos; desde esta tribuna creemos que es un poco larga y la hubiésemos acortado.  Por cierto, véanla en versión original, porque el doblaje por momentos es horrendo e incluso roza lo ridículo.

Y por último, le vamos a dar un toque de atención que poco tiene que ver con la película, sí con el trailer; algo que se hace habitualmente, pero no por ello nos gusta. Es el uso de un corte musical de éxito, que no tenga nada que ver con la BSO de la película. Efectivamente se hace con fines publicitarios y de reclamo, pero no nos gusta. En este caso, para uno de os trailers se empleó un extracto de la BSO de RocknRolla. A quien corresponda, no nos gusta.

Desde luego que se la recomendamos, pero la alejamos de las cumbres donde otros con más criterio que nosotros la ubican. Y por cierto, se la dedicamos al club de la bata. Un placer.

Nota general: 6,0 sobre 10.

Trailer

domingo, 20 de enero de 2013

Zero Dark Thirty (La Noche Más Oscura)

Año: 2012.

Dirección: Kathryn Bigelow.

Intérpretes: Jessica Chastain, Joel Edgerton, Taylor Kinney, Kyle Chandler, Jennifer Ehle, Mark Strong, James Gandolfini.

Sinopsis
Zero Dark Thirty hace referencia a la hora en la que las fuerzas armadas de Estados Unidos entraron en terreno pakistaní para dar caza a Bin Laden.

Este film relata los pormenores de toda la operación y el camino recorrido desde los atentados del 11-S, a través del cual la CIA llegó a localizar el paradero del terrorista líder de Al-Qaeda.

Según se reza en los primeros fotogramas, está basada en  hechos reales.

Crítica
Precedida de polémica e investigaciones sobre las fuentes en las cuales se basa el guión y la propia realización de esta película, ha llegado a los cines españoles recientemente el último trabajo de la oscarizada realizadora Kathryn Bigelow, quien vuelve a abordar un thriller similar al que le valió la estatuilla dorada, aquel The Hurt Locker que tan buenas sensaciones dejó; incluso fue sugerencia de la semana en este mismo espacio. Eso sí, llama la atención que entre las múltiples nominaciones a premios que ha recibido esta cinta, no figure la de la propia directora al Oscar de la Academia.

Amigos, conocidos y blogueros con criterio han hablado maravillas de la cinta, así que ahora que nos podemos acercar al cine, y a pesar de la superpoblación de las carteleras con títulos premiables en la próxima edición de los premios de la academia americana de cine, no podíamos dejar pasar éste, en español, La Noche Más Oscura. Tanta buena palabra corre el riesgo de generarnos un buen problema de expectativas; ya veremos si ha sido así.

En primer lugar, la primera reflexión que nos inunda es que si está basada en hechos reales, información muy confidencial han tenido que manejar para dar forma al guión, hecho que nos llama poderosamente la atención.  Esa historia inteligentemente desarrollada da forma a una película que profundiza en el terreno del thriller, del cine de espías, del cine bélico y sobre todo en el de la obsesión. La obsesión de un pueblo, personalizado en una mujer, por dar caza y dar carpetazo a una de las mayores pesadillas que le han sacudido en el último siglo. Para ello huye de estereotipos y los tópicos del género, subyaciendo ciertas dosis de crítica al sistema y a ciertas conductas realizadas en el pasado.

La primera parte del film ambientada en interrogatorios, torturas y entrevistas varias puede confundir, dado que los desplazamientos son continuos y el ir y venir de testigos e informaciones también abunda. En ese momento la película parece más un informe periodístico. Superado ese primer tramo y desarrollando la obsesión de la protagonista, se culmina en una media hora final espectacular. El desenlace con la operación de caza y muerte de Bin Laden, completa unos últimos treinta minutos de cine bélico esplendoroso, que engancha y es ahí cuando te das cuenta de que estás completamente absorto y metido hasta la médula en la película. Es un final potente, pero no recargado ni edulcorado de grandes efectos o espectacularidad; es simplemente suspense y tensión visual, que nos caza.

Entre las cosas que más nos han cautivado, junto con la interpretación de Jessica Chastain, es la ausencia de toda manipulación. Lo impecable de la narración de los hechos, de ese relato de obsesión, haciéndola huir de toda pretensión de doctrina o adiestramiento.

La película se convierte también en todo un campo para el trabajo y el lucimiento de su protagonista, Jessica Chastain en el papel de agente de la CIA obsesionada con un nombre, con una identidad que podría conducirles hasta el propio Bin Laden. Es una interpretación completa, convincente, pero en ocasiones peca de exagerada, sobre todo en ciertos diálogos en los que se exagera la aseveración y el convencimiento en que conseguirá sus pretendidos logros, vengando con ello ciertos actos que acontecen (perdón, no podemos desvelarles nada concreto de la cinta, pero al verla lo entenderán): eso es pretencioso y soberbio. Junto a su casi sobresaliente actuación, destacamos  el magnífico hacer de un buen elenco de actores, que a su alrededor le dan consistencia, contundencia y gran apariencia en pantalla. Agradable para este espacio es la sorpresa de Mark Strong, actor que nos encanta; si bien es cierto, que no es su mejor interpretación.

No obstante, las expectativas eran altas y tanta buena crítica había generado en nosotros la idea de que podríamos estar ante una obra maestra, y eso no es así. Nos esperábamos algo más. Eso sí, es una inteligente y muy buena película, que desde aquí les recomendamos.

Nota general: 7,0 sobre 10.

Trailer

viernes, 18 de enero de 2013

Le Havre

Año: 2011.

Dirección: Aki Kaurismäki.

Intérpretes: André Wilms, Kati Outinen, Jean-Pierre Darroussin, Blondin Miguel, Elina Salo.

Sinopsis
Marcel Marx (personaje interpretado por André Wilms) trabaja como limpiabotas en la ciudad portuaria de Le Havre (Normandia, Francia). En su jornada laboral va recorriendo distintos lugares de la ciudad haciendo una parada para comer en el puerto. Es allí donde un día se encontrará con un niño negro inmigrante ilegal, que desea llegar a Londres. Marcel tratará de ayudar al muchacho ocultándolo de persecución policial e intentando que pueda llegar hasta Inglaterra para reunirse con sus familiares, mientras su propia mujer lucha contra la enfermedad que la mantiene ingresada en el hospital.

Crítica
Es ésta otra de esas películas que llevaba en casa bastante tiempo y de la que habíamos leído bastante buenas críticas y opiniones, reconociendo de ante mano que no somos asiduos del cine del director escandinavo.

Es una obra pura; historia y actores. Nada más. Sin adornos, ni condimentos. Y desde ahí, se construye un tierno abrazo lleno de ternura, dulzura y amabilidad. Es una película sin pretensiones ni moralina, al menos eso nos parece desde esta tribuna. Simplemente trata de exponernos una cálida historia con una buena dosis de encanto. El espectador no tiene que profundizar, ni bucear más allá de la superficie. La cinta es simplemente lo que se muestra; tan real, tan simple, tan normal. 

Cálido, tierno, encantador son adjetivos que van a apareciendo conforme va avanzando el metraje. Siempre dentro de la normalidad y del ritmo plano y sosegado que tiene. Todo ello la convierte en amable, fácil de ver y de disfrutar. 

Es un canto a la bondad humana. Un grito necesario en el desierto actual de hipocresía y "ombliguismo ilustrado" (permítannos inventarnos la palabra tratando de aludir a la extendida y cada vez más actual -y no por ello buena ni deseable- costumbre de velar cada uno exclusivamente por el interés personal, cual si sus ojos sólo pudiesen dirigirse hacia su propio ombligo, como si fuese el único). Pero ese grito es en pro de algo, no en contra de. Un leve y sutil matiz que convierte a la cinta en algo fino y delicado. Nos muestra la bondad, sin mostrarnos lo desagradable de la hipocresía que critica, lo que posibilita que nos quedemos sentados en nuestro sofá con una confortante sensación de bienestar, que todavía nos sigue durando.

El director le confiere una simplicidad que la llena de realismo y encanto; la hace próxima, casi tanto que la podemos palpar, sentir.

No todo son alabanzas, claro está. Su mayor defecto es lo previsible  del desenlace, por lo que no consigue sorprender. Es esperado y esperado. Nos explicamos. "Esperado" porque, como es dicho, es previsible que todo acontezca tal y como acontece. Y "esperado" porque coincide con el deseo del espectador.

Sinceramente, desde este espacio se la recomendamos con toda la naturalidad posible, advirtiéndoles que será calmada y sosegada, a la vez que tranquilizadora. Deja un buen poso que se aprecia y por momentos nos devuelve la creencia en la bondad; aunque parezca mentira, seguimos pensando que algo de ella queda en y entre todos nosotros.

Nota general: 6,5  sobre 10.

Trailer

martes, 15 de enero de 2013

Gainsbourg, vie héroïque (Gainsbourg, vida de un héroe)

Año: 2010.

Dirección: Joann Sfar.

Intérpretes: Eric Elmosnino, Laetitia Casta y Lucy Gordon.

Sinopsis
Bio-pic basado en la vida del icono francés Serge Gainsbourg (interpretado por Eris Elmosnino).

Este escritor, cantante, compositor y pintor se convirtió en toda una celebridad en Francia, eso sí, siempre acompañado por la polémica debido a su continua provocación y su conducta impredecible, tanto dentro como fuera de los escenarios.

Crítica
Este bio-pic nos resultó siempre atractivo desde su estreno en la gran pantalla, pero por unas razones u otras, no lo hemos visionado hasta ahora. Atractivo por la figura del propio Gainsbourg, provocador como pocos y muy bien caracterizado en esta cinta, y por el propio cartel que inspira cierto aire lírico, embriagador  y seductor, tal y como era el personaje en cuestión.

La cinta es un camino que expone un amplio periodo de la vida de Gainsbourg. Este recorrido realizado resulta en ocasiones difícil de seguir (más aún si no se conoce completamente la carrera de la persona en sí) y demasiado repetitivo y recargado. Ya desde la etapa infantil se pone de manifiesto la fantasía y excentricidad del personaje, la cual no deja de aparecer durante el resto de la cinta, lo que llega a aburrir y a cansar. Quizá  sea fruto del exceso de pretensiones de la cinta o quizá por una infundada creencia en la necesidad de la repetición como vía para la total exposición, demostración y/o convencimiento. No creemos en tal necesidad.

A estos "defectos" se le une la excesiva amplitud que se la ha querido dar, sin profundizar apenas en  nada, salvo en el propio personaje, lo que, como hemos dicho, puede hacer que el espectador medio naufrague entre tantos personajes que aparecen a su alrededor, sin apenas explicación alguna. En este caso, la intencionalidad es evidente, pero si tanto se quiere insistir en la excentricidad del personaje, se cae en lo repetitivo y se deja sin una correcta exposición de todo lo que le rodea. En ese aspecto, algún pecado de edición no ayuda.

Lo mejor de película es sin duda la caracterización del protagonista, las similitudes físicas del actor con el propio Gainsbourg y su buen hacer.  La aparición de Laetitia Casta como Brigitte Bardot nos ha resultado agradable, pero cualquier comparación se nos antoja odiosa y efectivamente "incomparable". También resulta agradable el rememorar algunos de los éxitos musicales por todos conocidos y de trascendencia mundial, como ese "Baby Pop" interpretado por France Gall o el famoso, provocador y censurado "Je t'aime moi non plus"

Recargada, de surrealismo exagerado y pretenciosa.

Nota general: 3,0 sobre 10.

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sábado, 12 de enero de 2013

The Bourne Legacy (El Legado de Bourne)

Año: 2012.

Dirección: Tony Gilroy.

Intérpretes: Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton, Joan Allen, Albert Finney, Oscar Isaac, Scott Glenn, Stacy Keach, David Strathairn, Corey Stoll, Donna Murphy, Paddy Considine.

Sinopsis
Narra la historia del agente Aaron Cross (interpretado por Jeremy Renner), quien es otro producto de "la fábrica de espías" de los servicios de inteligencia americanos, creados al margen de los programas de adiestramiento públicos y convencionales.

Este/estos programa/s (Treadstone, BlackBrair, etc.) crean agentes altamente cualificados, entrenados para actuar en situaciones extremas y en solitario. Cuando el caso Bourne está apunto de salir a luz, los responsables del programa deciden acabar con todo, para que no se sepa la verdad. Es entonces cuando Aaron Cross hará todo lo posible por sobrevivir.


Crítica
Aprovechando el filón de la trilogía interpretada recientemente por Matt Damon, se presenta ante nosotros esta nueva cinta de acción y espías, coetánea a la propia historia de Jason Bourne, sin que éste aparezca en la pantalla. Sí hemos dicho bien, aprovechando el filón; la escasez imaginativa y la falta de buenos guiones parece que lleva a la industria de Hollywood a explotar y explotar las sagas que han sido un éxito de taquilla, sin el más mínimo pudor, ni vergüenza, movidos únicamente, bajo nuestra humilde opinión, por la recaudación fácil. En este caso, como un reclamo más se la rellena de rutilantes estrellas del celuloide como son Rachel Weisz, Edward Norton y un emergente, a las puertas de la consagración, Jeremy Renner. Además, en este caso, se pueden explotar un poquito más sus músculos, que en este tipo de films siempre se lleva.

Un espectador común, sin criterio y de fácil distracción ya no se encuentra entre los múltiples programas de adiestramiento de espías; que si Treadstone, Blackbrair, Outcome... patatín, patatán. Bastante difícil de seguir en lo que a la palabrería se refiere (aunque tampoco es necesario), por lo que conviene centrarse únicamente en los adornos propios del género y tratar de "disfrutar" de la acción. Porque eso es la cinta: mera acción edulcorada con estrellas de la gran pantalla, para alejarnos de la escasez de historia e imaginación. Dentro de su género, la podemos calificar como pasable, algo para rellenar una tarde aburrida, aunque excesivamente larga.

De los aspectos a ensalzar se puede hablar del constante ritmo de la película (de agradecer, porque en caso contrario no te la tragas) y que el propio Jeremy Renner, por apariencia física (aspereza, rudeza y condición), pueda convencer más como agente llevado al límite que Matt Damon en la piel de Bourne. No obstante, no es que desde esta tribuna seamos unos apasionados de las tres entregas anteriores, que no lo somos, pero sí reconocemos que son algo mejores que ésta. Tienen sus cosas; buenas escenas de acción, persecuciones de coches,...

Si la tratan de entender en exceso o si tratan de ir más allá (por dios, no le busquen sentido ni traten de encontrarle mensaje), no se vuelvan locos: es imposible. No es más que lo que se ve, y tampoco es que sea mucho. Simple entretenimiento, pero incluso para eso excede en extensión.

No vale la pena entretenerse más.

Nota general: 2,0 sobre 10.

Trailer

martes, 8 de enero de 2013

The Hobbit: An Unexpected Journey (El Hobbit: Un Viaje Inesperado)

Año: 2012.

Dirección: Peter Jackson.

Intérpretes: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, James Nesbitt, Aidan Turner, Graham McTavish, Jed Brophy, Stephen Hunter, Ken Stott, John Callen, Adam Brown, Dean O'Gorman, William Kircher, Peter Hambleton, Mark Hadlow, Hugo Weaving, Andy Serkis, Sylvester McCoy, Cate Blanchett, Christopher Lee, Elijah Wood, Ian Holm.

Sinopsis
Basada en la novela "The Hobbit" de J.R.R. Tolkien y precuela de la saga "The Lord of The Rings". En esta ocasión la historia se centra en las aventuras de Bilbo Bolsón (interpretado por Martin Freeman).

Bilbo Bolsón, un hobbit habitante de La Comarca, es reclutado por el mago Gandalf (personaje al que da vida de nuevo Ian McKellen), para una misión que ha de llevarse a cabo junto con trece enanos, cuya finalidad es recuperar el último de sus reinos. El dragón Smaug fue quién se lo arrebató años atrás y quien desde entonces lo ocupa, custodiando el tesoro que los enanos acumularon durante mucho tiempo, en la Montaña Solitaria.

Crítica
En primer lugar feliz año nuevo a todos, y particularmente a todos aquellos lectores, sufridores y simpatizantes de este espacio de desconocimiento cinematográfico.

Muchos días han tenido que pasar para que este humilde servidor haya tenido que volver a una sala de cine para poder colmar una de sus aficiones preferidas. Parece que mi lesión ha llegado al final de la fase 1 y antes de acometer la fase 2, la cual me podría tener convaleciente durante otra larga temporada, tendré que aprovechar para ir al cine, como debe ser. Aprovecho también este espacio para dar las gracias a todos los que me han apoyado y animado durante estos más de siete meses: MUCHAS GRACIAS.

Bueno, vamos al lío, hablemos de El Hobbit. La primera de las sensaciones que nos transmitió es que estábamos ante más de lo mismo, que habíamos pagado una entrada por ver algo que no era novedoso y que seguía en la línea de la exitosa saga El Señor de los Anillos. Quizá aprovechando el viento a favor, quizá aprovechando el filón económico, quizá era una deuda del director con todos los fans y apasionados de la anterior trilogía...la verdad es que no lo sabemos, pero lo que sí parece es que no alcanza los hitos de lo anterior, ni nos llega a convencer, así de sencillo.

Desde luego que está muy bien hecha y desde el punto de vista técnico es prácticamente impecable, a la altura de lo esperado y del presupuesto manejado, pero este aspecto técnico es de las pocas cosas que se pueden ensalzar o alabar. Parece que la incorporación del 3D es bastante correcta, pero no podemos hablar de ello porque no la pudimos apreciar en este formato (el cual, todo sea dicho, no nos acaba de convencer).

Eterno sendero, cual seguidor de Machado...haciendo camino al andar...y al andar, andar, andar. Si por momentos toda la saga El Señor de los Anillos podía dejarnos cierto regusto a interminable camino, en esta ocasión es todavía más exagerado. Los protagonistas avanzan y avanzan a modo de road-movie, por un sinfín de senderos variopintos y colmados de peligros y enemigos impresionantes; veredas que parecen no van a acabarse durante las tres entregas que componen trilogía. Muchos de los obstáculos y episodios descritos sobran y podríamos decir que están de relleno, queriendo colmar de efectos y criaturas un plausible vacío de guión, historia y calidad interpretativa. Jackson se centra en el virtuosismo técnico y visual, olvidándose en ocasiones del contenido, lo que hace derivar hacia el aburrimiento.

Es larga y algo cansina, pensando además, que le quedan dos entregas; esperemos que la aparición del dragón Smaug adorne y de consistencia a la segunda de ellas. En esta primera, alguno de los pasajes roza lo tedioso. Sin desvelar nada del film, ya se darán cuenta de a qué nos referimos cuando la vean.

Una banda sonora original algo decepcionante, porque si bien Howard Shore repesca notas que nos recuerdan de nuevo al El Señor de los Anillos, los acordes nuevos no están a la altura, ni completan cortes musicales a recordar, como sí pasaba con lo anterior.

Los personajes son poco carismáticos y el vacío interpretativo es también considerable. Aragorn, Legolas y Gimli daban consistencia a la obra cumbre de Tolkien; en este caso Bilbo y la "pandilla" de enanos no se le dan, y aunque intenten proporcionarle un toque más inocente y cargado de humor, no acaban de conseguirlo.

Como pueden observar y ya se habrán dado cuenta, la comparación con El Señor de los Anillos es una constante, como era normal y esperado; el señor Peter Jackson ya lo sabía y a ello se arriesgaba. Ahora bien, la mayor parte del público, de la taquilla y de la expectación creada se la debe también, eso no lo duden.

Nota general: 4,0 sobre 10.

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