viernes, 25 de octubre de 2013

Insidious / Insidious Chapter 2

Año: 2010/2013.

Dirección: James Wan.

Intérpretes: Rose Byrne, Patrick Wilson, Ty Simpkins, Barbara Hershey, Andrew Astor, Lin Shaye, Leigh Whannell, Angus Sampson.

Sinopsis
En la primera de las entregas el matrimonio Lambert, formado por Josh (personaje interpretado por Patrick Wilson) y su esposa Renai (personaje a quien da vida Rose Byrne), se mudan a una nueva casa junto a sus tres hijos. Es entonces cuando algunos sucesos extraños comienzan a ocurrirles, a los que no se les presta mucha atención, hasta que uno de los hijos, Dalton (personaje interpretado por Ty Simpkins), una mañana no se despierta y entra en un profundo estado de coma. Tras mucho tiempo en el hospital deciden traer a Dalton a casa, donde los sucesos extraños no dejan de ocurrir de forma más asidua y con más intensidad cada vez; parece que en la casa hay algo o alguien más que los Lambert.

En la segunda de las entregas, y tras la experiencia vivida, los Lambert se mudan a la casa de Lorraine (madre de Josh y a quien interpreta Barbara Hershey). Allí esperan superar la experiencia paranormal y traumática, tratando con ello de comenzar de nuevo. No obstante, parece que ya no son los mismos y los fenómenos extraños continúan. La familia tendrá que enfrentarse a su pasado y a sus conexiones con el mundo espiritual.

Crítica
Como ya habrán advertido nuestros asiduos, no es el cine de terror y miedo una de nuestras amantes preferidas. Sin embargo, aprovechando que nuestros amigos de Fotogramas nos invitaron el pasado miércoles al pre-estreno de Insidious Capítulo 2, cosa que desde aquí les agradecemos, hemos vuelto a realizar una incursión en el género. Esta nueva aproximación al cine de sobresaltos, temblores de butaca y gritos excesivamente agudos, no sólo se ha ceñido a esta segunda parte, también a la primogénita de la saga (la cual parece lógico que seguirá), aspecto éste que es necesario para poder seguir la línea argumental del mini-serial Insidious.

Después del doble visionado, pasamos a dejarles nuestras impresiones de forma conjunta, así aprovechamos la misma reseña para hablar de las dos películas (gestión eficiente de recursos como buena doctrina sostenible que queremos mantener).

Empecemos por la primera. No sabemos muy bien si por la falta de costumbre o por la verdadera calidad de los primeros cuarenta minutos, ese tramo inicial nos parece escalofriante e inquietante, y eso nos estimula. Sin duda es lo que persigue y lo consigue, dentro de un marco ya de por sí bastante explotado, como es el de las casas encantadas y sucedáneos. Pero insistimos, ese primer tramo nos aferra a nuestra butaca (apolillado sofá en este caso), nos mantiene sin parpadear frente a la pantalla, poniendo toda la atención en nuestros oídos y en nuestros ojos; explosión de sentidos que excita. Provoca miedo casi de la nada, sin recurrir para a ello a sirope de fresa o a continuos sobresaltos tras las puertas, cortinas o en el espejo.

Está claro que esa primera parte del film da a sus amantes todo lo que quieren, les aproxima al orgasmo, cual buenos y metódicos preliminares (no hay que infraestimarlos). A los ocasionales como nosotros, nos excita y nos hace estar expectantes ante el desnudo que estamos presenciando; todo promete hasta ahí. Pero sólo hasta ahí. Como en tantas ocasiones, mucho mejor lo que se insinúa y se sugiere, que lo que hay y es contemplado tras el integral desnudo. Tras esa primera parte que hace que nuestra sangre corra y nuestro pulso se altere, todo decae hasta completar un severo "gatillazo". A esos amantes del género, próximos ya al orgasmo, quizá les sirva para alcanzarlo, acabando de forma satisfactoria lo comenzado y alcanzando su clímax. A los ocasionales y no fieles "nos corta el rollo", nos defrauda y nos vuelve a reafirmar en nuestras convicciones: todas estas amantes son iguales y no nos sorprenden. ¡Qué pardillos hemos vuelto a ser creyéndonos que todo eso que se insinuaba y que al principio se vislumbrada, acabaría por materializarse en una noche memorable y con un apasionante orgasmo!. Ni que pensásemos tener una increíble velada cual faena en la monumental de Las Ventas (Madrid) en el día grande San Isidro, frente a seis miuras negro zainos a los que se les cortan orejas a pares y rabos por cabeza. Qué ingenuos somos, hemos vuelto a caer en la tentación fácil, que resulta ser de nuevo decepcionante.

En la segunda mitad de la cinta se nos pasea por lugares tan comunes del género que las referencias a otras películas se nos van presentando a borbotones, alejándonos por completo de aquel estado inicial de excitación y casi lujuria. Ese tramo final se pierde y se emborrona, alcanzando un desenlace, que sin spolier alguno, anticipa el capítulo dos, que pasamos a comentar.

La segunda de las entregas, disfrutada ya en el cine, lo que siempre es un aliciente más y nos proporciona un sinfín de apreciables matices, comete los pecados típicos de segundas partes. En primer lugar, viene anticipada explícitamente por la primera entrega, la cual queda completamente abierta y sin concluir, lo que a nosotros no nos gusta; "¡amorcito, no dejes esto a medias, hay que acabarlo ahora!". En segundo lugar, la pérdida del elemento sorpresa es más que plausible y, en este caso, mucho más evidente que en otros, lo que hace que la cinta sea más plana y pierda ese poder de excitación inicial que la primera si tiene. En tercer lugar y como elemento adicional, se la quiere edulcorar con pinceladas de humor entre una pareja cómica, ya presente en la primera entrega, cuyos gags son ahora reiterados, continuos y fuera de lugar. Y por último, lo que antes se insinuaba y atraía, ahora ya es redundante y cansino. Además de esos pecados de secuela, el tratamiento y la interconexión entre el mundo real y el mundo espiritual se pretende recoger con enrevesada clarividencia, lo que no deja de ser un contrasentido y más que un elemento que facilite la interpretación y añada terror, intriga o suspense, lo que consigue es ensombrecer y confundir.

Desde luego que a esos enamorados amantes incondicionales de los que hablábamos antes, la cinta les resultara atractiva y les devolverá a las anheladas sensaciones orgásmicas que así consiguen. Eso sí, no nos podrán discutir que mucho menos intensas en esta ocasión. De todas formas, descuiden, podrán disfrutar con toda seguridad de alguna que otra entrega; así que disfrútenla y estén atentos al sugerente vestido que la adorne en el próximo capítulo. Al resto, ignorantes infieles, ni siquiera nos provoca la mínima excitación que conlleva esa mirada indiscreta o la sutil insinuación en el momento justo. Amigos de Fotogramas, miren que el cine nos encanta y nos da vida, pero si nos invitan a la tercera no se lleven una sorpresa si declinamos invitación. Muchísimas gracias de todas formas.

Nota general: 4,0 / 2,5 sobre 10.

Trailer

                   

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