viernes, 13 de diciembre de 2013

The Counselor (El Consejero)

Año: 2013.

Dirección: Ridley Scott.

Intérpretes: Michael Fassbender, Javier Bardem, Brad Pitt, Cameron Díaz, Penélope Cruz.

Sinopsis
Este guión del famoso y particular novelista Cormac McCarthy (The Road, No Country For Old Men) nos cuenta la historia de un respetado abogado (personaje interpretado por Michael Fassbender) que decide involucrarse en el mundo ilegal del tráfico de estupefacientes de la mano de los personajes de Javier Bardem y Brad Pitt.

Lo que en principio parece un negocio seguro, sin riesgos y que les reportará jugosos beneficios, comienza a torcerse por una serie de acontecimientos inesperados, los cuales cambiarán sus vidas y la de sus personas más allegadas.

Crítica
Ridley Scott, Cormac McCarthy, Javier Bardem, Michael Fassbender, Brad Pitt, Cameron Diaz y Penélope Cruz forman un conjunto de nombres más que atractivo para que un gran número de espectadores se acerquen a las salas de proyección a echar un vistazo y ver qué tipo de producto han conformado. Pues bien, eso es lo único bueno que podemos decir de la cinta y ya ven que no nos estamos refiriendo propiamente a la cinta. Pocas veces nos hemos dado una "hostia" de esta magnitud a la hora del ir al cine. La película no nos ha sido atractiva en ningún momento. No hemos congeniado nunca con ella; ya desde la escena erótica inicial, a la cual no acabamos de encontrarle sentido. No nos cuesta reconocer que por momentos ni siquiera hemos llegado a entender lo que estábamos viendo. Además, nos ha sido muy difícil de seguir; no dudamos que por nuestra incompetencia. Un completo "chasco".

A priori, y para nuestro justo entendimiento, ya nos parecía un poco difícil de conjugar el tándem McCarthy y Scott. Si bien ambos dos por separado han contribuido a la historia reciente del cine (al igual que lo han hecho el póker de actores aquí presente) su presencia en el mismo plato nos resultaba extraña. Exótica y con cierto atractivo, sí; pero extraña. Director y guionista parecen dos polos opuestos, y en este caso lo han sido. La orgía filosófica de McCarthy no ha sido bien escenificada por la mano y el ojo de Scott; como agua y aceite, que por mucho que uno trate de mezclarlos, inmiscibles seguirán siendo.

Como se estarán dando cuenta, las sensaciones que arrastramos tras su visionado no son nada agradables. A lo ya comentado, añadimos que algunos personajes son excesivamente extravagantes sin justificación alguna; otros están mal expuestos/presentados sin explicarnos el porqué de sus actos o qué les motiva a realizar lo que hacen, lo que no te aproxima a los mismos, ni consigues entenderlos; otros son meros floreros prescindibles (y con escenas de relleno) y cuyo final, sin saber muy bien porqué, conoces de antemano. Pocos detalles y poco material con el que el quinteto titular de actores tiene que lidiar, enfundados en sus trajes de feria y perdiéndose en la complejidad de una palabrería sobre-explotada.

Se podría decir que es una película que está a medio construir, dejando demasiados cabos al viento, lo que la convierte en un producto vacío, simple, sin alma (rayando lo absurdo); tanto, que parece haber sido edulcorada con un sinfín de diálogos extensos y excesivamente dilatados. Éstos, por momentos nos parecen memorables y por momentos nos aburren soberanamente. A muchos de ellos no acabas de encontrarles justificación ni lugar dentro de la cinta (más que simple patraña filosófica que pretende rellenar y dar la consistencia que el resto no consigue). En ese sentido, piensas que la cinta se trata más para lo sensorial (sobre todo vista -trajes de feria- y oído -ricos diálogos-) que para el raciocinio y el entendimiento. Al menos en nuestro caso, no hemos acabado de entenderla.

Conclusión: paupérrima; completa decepción, salvo en lo técnico, ¡qué menos!

Consejo de pobre e ignorante "consejero": pasen de ella.

Nota general: 2,0 sobre 10.

Tráiler

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